Tampoco debemos confundir la otorgación de un crédito personal con uno de préstamo personal. En el caso que se acuerde un préstamo generalmente tendrá un plazo y una aplicación, se le depositará en una cuenta, fecha a partir de la cual correrán los intereses, se utilice o no. Un crédito otorgado, que como mejor ejemplo podemos citar el que dan las tarjetas de crédito sin destino determinado y solo comenzarán a correr los intereses a partir que el usuario o destinatario comience a utilizar distintas partidas del total concedido.
Cuando mencionamos préstamos personales, estos se pueden referir a personas físicas o jurídicas (empresas) en donde como hemos visto, se garantizan en forma personal y no con bienes determinados y registrados. Las empresas suelen utilizar este tipo de préstamos a fin de regularizar una necesidad de flujo circulante o para ciertas aplicaciones de inversión a corto plazo.
Tanto para las personas físicas o jurídicas el mercado suele denominarlas de distinta manera pudiendo ser préstamos de consumo, para viajes, etc.; y el destinado a las empresas suelen llamárseles: préstamos nómina, para empresas, máster, etc.
Para quienes la elección del préstamo correcto, en la entidad que más lo favorezca, resulte algo difícil de dilucidar, es aconsejable que se contacten con una agencia de consejería de créditos sin fines de lucro, en donde un profesional certificado podrá asesorar a los interesados. Es fundamental que se averigüe sobre el prestigio de la compañía a contactar.
Finanzas personales: http://espanol.consolidatedcredit.org/finanzas-personales/
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