Parece que estamos obligados a comprar a crédito cosas nuevas cada cierto tiempo, ya que según la opinión general, lo que tenemos ya no cumple su función de forma correcta o hay un nuevo producto que lo hace mejor o más rápido. La sociedad promueve esta filosofía que nos lleva a cambiar de coche, o de móvil, cada vez más pronto. Esto es preocupante porque, ¿realmente es necesario cambiar de teléfono celular cada dos años?
Utiliza el sentido común para valorar tus necesidades
Es fundamental delinear un presupuesto y no sobrepasarlo, ya que de esta forma evitaremos comprar lo innecesario y gastar más allá de las posibilidades reales. Piensa que si algo funciona y satisface tus necesidades, no es necesario cambiarlo y comprar uno nuevo, puedes utilizarlo hasta que se rompa o deje de funcionar. El sentido común nos ayuda a determinar que objetos de verdad utilizamos, frente a los que creemos que necesitamos. Es muy importante hacer esta distinción.
No es lógico cambiar de vehículo cada año. Recuerda que cuando eras joven y estabas estudiando, intentabas que te durara el mayor tiempo posible, haciendo las reparaciones necesarias.
En cuanto a los ordenadores, si tu equipo tiene un par de años lo más seguro es que recibas avisos continuamente comunicándote que necesitas actualizar tu sistema operativo. Es el momento de valorar el uso que das al ordenador, porque quizás solo lo utilizas para ver el e-mail y entrar a ver algunas cosas en Internet. Entonces, no necesitas el último avance tecnológico para esas tareas sencillas y sobre todo, no necesitas tener que pedir un préstamo para renovar tu equipo.
El poder de la publicidad para crear obligaciones imaginarias
Los publicistas hacen muy bien su trabajo y consiguen hacernos creer que necesitamos aquello que nos quieren vender. Siguiendo el ejemplo del ordenador, al final y gracias a la publicidad, todos acabamos pensando que sí existe un sistema mejor y que entonces, ha llegado el momento de cambiarlo.
A veces te dices a ti mismo que tu teléfono (que sigue funcionando) no tiene las últimas aplicaciones que han salido al mercado y por eso tienes que comprar otro, aumentando así tus deudas. Y ¿qué hablar de la ropa? Cada año se lleva lo opuesto al anterior, para que así sientas la necesidad de renovar todo tu armario cada estación.
Algunas pocas personas consiguen eludir estos mensajes publicitarios y siguen trabajando con su PC antiguo, pero que todavía funciona. Pero es curioso cómo tantos se sienten atrapados en el tren del consumismo y otros consiguen bajar a tiempo y no sienten la necesidad de comprar siempre “lo último”. Al final, si los jeans que lleva tu amigo son bonitos, ¿qué más da si son de hace dos temporadas?
Cuando te den ganas de comprar algo y pagar tus deudas con tarjetas de crédito, debes plantearte algunas preguntas:
¿Tengo ya algo que pueda cumplir la misma función? ¿Realmente lo voy a utilizar y en qué?
Si no tienes muy claras las respuestas, es obvio que te encuentras bajo la influencia publicitaria y tu necesidad no es tan real ni tan urgente como creías.
Para obtener más información sobre finanzas personales, por favor ponte en contacto con Consolidated Credit Counseling Services, Inc. Tendrás la posibilidad de dialogar con un agente de crédito debidamente certificado, quien estará encantado de poder ayudarte y podrá realizar –si así lo deseas- un análisis gratuito de tus deudas.
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